Al construir una base de confianza dentro de un equipo de desarrollo, Milanovic encuentra que el equipo se vuelve inmensamente capaz de construir los productos que necesitan para construir, cuando necesitan construirlos. Y lo logran no siendo grandes codificadores, sino trabajando y adaptándose juntos como un equipo.
«Siempre me gusta decir que nuestro trabajo, como desarrolladores de software, no es escribir código», dice. «No es crear la mejor arquitectura del mundo o escribir el código más limpio o escribir el cien por cien de la cobertura de las pruebas unitarias. Nuestro trabajo es resolver problemas. Si lo que escribiste no resuelve un problema real para una persona, entonces es inútil».
En la experiencia de Milanovic, las marcas de los equipos adaptables y de alto rendimiento son:
– Los equipos están tan unidos en sus errores como en sus logros. Los errores son una parte inevitable del trabajo creativo, y una cultura intachable permite a los equipos asumir la responsabilidad de ellos colectivamente en lugar de asignarles una culpa individual. Los líderes pueden establecer esta cultura con el ejemplo cuando se hacen cargo de sus propios errores tanto con el equipo como con los clientes externos.
– Los equipos prosperan cuando se fundan en las llamadas «habilidades blandas». Casi por definición, los desarrolladores son capaces de aprender habilidades tecnológicas. Pero la comunicación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas son más difíciles de enseñar, por lo que Milanovic busca esos rasgos en el proceso de contratación.
– Los equipos se adaptan a la nueva tecnología, cuando tiene sentido. Los puntos de referencia para el «producto correcto» cambian con el tiempo, y un equipo adaptable cambiará con ellos aprendiendo la nueva tecnología cuando lo necesiten, con una moderación razonable. Los ingenieros necesitan profundizar sus conocimientos y ampliarlos, y los líderes pueden ayudarles a lograr ese equilibrio.
– Los equipos agradecen las aportaciones e ideas de todos sus miembros. No todas las ideas brillantes vienen de los desarrolladores principales. Los ingenieros nuevos en el equipo pueden tener perspectivas valiosas, y compartirlas dentro del equipo y con los clientes construye una atmósfera de colaboración con pensamiento diverso.