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Interrumpir o ser interrumpido: El retorno de la inversión de la transformación digital

Visita Fortune, Bloomberg o la Harvard Business Review y los verás: titulares sobre la transformación digital. No te engañes pensando que es otra palabra de moda, no lo es. La transformación digital es la principal prioridad estratégica para la mitad de los ejecutivos a nivel mundial en 2017.

¿Qué significa exactamente la transformación digital? Ray Wang, analista principal y fundador de la firma Constellation Research Inc. con sede en el Valle del Silicio, define el término como «la metodología en la que las organizaciones transforman y crean nuevos modelos de negocio y cultura con las tecnologías digitales». Nos sentamos con Ray para discutir cómo los líderes de hoy pueden crear una transformación digital exitosa. Este es el cuarto post de una serie de seis partes.

Interrumpir o ser interrumpido: El retorno de la inversión de la transformación digital
Interrumpir o ser interrumpido: El retorno de la inversión de la transformación digital

Cualquier organización que tenga esperanzas de crecer (o incluso de hacer negocios) en el futuro debe adoptar nuevas herramientas, plataformas y procesos para prosperar en el siempre cambiante mundo de la tecnología. La transformación digital está ocurriendo en todas las industrias, en todos los niveles de gobierno y en el mundo académico mucho más rápido de lo que la mayoría de los expertos predijeron.

Sabes que no puedes permitirte el lujo de posponer la transformación digital, ¿pero cuánto te costará la inversión?

La verdad es que las transformaciones exitosas a menudo vienen con algunos gastos significativos. Los líderes se encuentran comprando nuevo hardware y software e invirtiendo en empleados altamente remunerados con habilidades para aprovechar las tecnologías existentes y nuevas.

Sólo en 2017, las empresas de todo el mundo gastarán más de 1,2 billones de dólares en la transformación digital, un 18 % más de lo que gastaron el año pasado. Y se espera que la inversión aumente, llegando a 2 billones de dólares en los próximos tres años.

Esos costos pueden ser difíciles de justificar si los interesados consideran que la transformación digital es una apuesta única para reconstruir las empresas existentes, en lugar de un proceso para desarrollar nuevos productos y estrategias que permitan a una organización competir en el futuro.

El retorno de la inversión de la transformación digital no es tradicional

La mayoría de las inversiones empresariales se miden utilizando alguna combinación de período de recuperación, tasa interna de rentabilidad (TIR) o análisis del punto de equilibrio. Los contadores proyectan la ganancia de la inversión y la dividen por el costo de la inversión. Con estas medidas, la transformación digital puede parecer una mala inversión, especialmente cuando se compara con otras oportunidades que una empresa podría considerar.

Por ejemplo, invertir un millón de dólares para digitalizar una tecnología de gestión de inventarios obsoleta puede tener un rendimiento a corto plazo significativamente menor que gastar el mismo millón de dólares en el desarrollo de nuevos productos o incluso en una nueva campaña de marketing para impulsar un aumento inmediato de las ventas. Pero confiar en sistemas anticuados para apoyar las actividades comerciales del futuro es una estrategia perdedora. Eventualmente la falta de inversión digital alcanzará (y posiblemente destruirá) una organización.

Cómo los cambios de precio se traducen en ahorros

La realidad es que la inversión en la transformación digital le ahorrará dinero a su empresa. Incluso si las proyecciones tradicionales de retorno de la inversión no se ven estelares.

Una vez que se han digitalizado los procesos de una organización, la transformación y el ahorro de costos continúan a medida que los equipos trabajan juntos para mejorar los procesos y la tecnología, eliminando las ineficiencias y automatizando los pasos del proceso que requieren insumos analógicos costosos y que consumen mucho tiempo de los empleados y proveedores.

Los gastos de capital suelen reducirse y pasar al presupuesto operativo a medida que las organizaciones trasladan más datos y servicios a la nube.

Además, la transformación digital cambia la forma en que una organización pasa de la idea al mercado. Las nuevas herramientas aceleran la innovación, reduciendo los ciclos de diseño y el tiempo de desarrollo. Estas herramientas permiten comprender mejor que nunca las necesidades de los clientes (en algunos casos, mejor que los clientes comprendan sus propias necesidades). A menudo, las nuevas plataformas digitales que está construyendo fomentan el compromiso del cliente y aumentan la lealtad de por vida.

La transformación digital también facilita la creación de nuevos circuitos de retroalimentación en toda la organización, proporcionando acceso a nuevos conjuntos de datos -chats, vídeos, medios sociales, debates en línea, transacciones en puntos de venta- que pueden extraerse para obtener conocimientos que permitan mejorar los productos y procesos. Esto permite a los empleados identificar oportunidades de ingresos y nuevas formas de realizar las tareas de manera más eficiente.

Todas estas son ganancias potenciales muy reales que son difíciles de capturar en las mediciones tradicionales del retorno de la inversión.

Las habilidades equivocadas son el mayor riesgo para su inversión

La ironía de la transformación digital es que la implementación de plataformas, software y sistemas es relativamente fácil en comparación con la búsqueda de talento con las habilidades adecuadas para manejarlo todo. Ya no es posible salirse con la suya contratando fácilmente a la persona adecuada cuando surge la necesidad, un proceso que puede llevar meses y costar miles de dólares. Imagine el costo y la molestia si necesita traer un equipo completo de expertos.

Además de las nuevas estrategias comerciales, la transformación digital requiere un cambio en la estrategia del talento también. En lugar de contratar exclusivamente para las habilidades necesarias, los líderes deben contratar a personas con aptitud para el aprendizaje, de modo que a medida que las necesidades tecnológicas cambien, las habilidades puedan actualizarse rápidamente para dar soporte a nuevos programas y plataformas. La capacidad de aprender nuevas habilidades sobre la marcha se está convirtiendo en algo mucho más importante que el dominio de cualquier conjunto de habilidades técnicas.

A medida que las organizaciones invierten en nuevos programas y plataformas, es fundamental desarrollar también sistemas de aprendizaje que permitan a los empleados adquirir conocimientos sobre estas herramientas. La falta de acceso a las plataformas de aprendizaje de «autoservicio» es una enorme barrera para ejecutar con éxito la transformación digital. Proporcionar este tipo de herramientas le pondrá en una mejor posición para aprovechar la nueva tecnología que entra en su organización.

Entonces, ¿cuál es el retorno de la inversión de su transformación digital? Si estos cambios permiten a su organización desarrollar productos y servicios competitivos que los clientes comprarán en el futuro, el retorno de la inversión podría ser inestimable.

Escuche más consejos de Ray Wang sobre cómo navegar con éxito la transformación digital en YouTube.