Es esencial que las organizaciones sin fines de lucro puedan aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías modernas para mejorar el rendimiento de sus organizaciones en general. La transformación digital puede mejorar los procesos, permitirles profundizar en los datos que pueden informar mejores soluciones y, lo que es más importante, aumentar el impacto de su trabajo en los miembros del equipo y los participantes en el programa.
Para tener éxito, es importante trabajar hacia atrás y determinar qué resultados se necesitan para impulsar la transformación digital, en lugar de elegir las herramientas de una manera más ad hoc. Por ejemplo, una organización puede querer trasladar su lista de donantes de una base de datos en papel a una base de datos; éste es un ejemplo de cambio de una herramienta, pero no de creación de un resultado. Pero si construyeran esta base de datos junto con una campaña de marketing que aproveche los canales digitales como los medios sociales y el correo electrónico, podrían orientar a los donantes en un camino que les llevara a adoptar un comportamiento más comprometido que pudieran rastrear en su base de datos.
La transformación digital exitosa pone la estrategia y la visión por delante de la tecnología. La tecnología es una herramienta poderosa que puede ser usada para crear valor y realizar una misión organizacional. Todas las organizaciones deben preguntarse cómo la tecnología puede permitir la eficiencia y amplificar el impacto, y luego determinar qué activos se necesitan para que eso suceda.